Si estamos contentos, tristes o enojados. Un estudio flamante descubrió que los centros emocionales del cerebro de los perros se iluminan en respuesta a ladridos felices o risas alegres.Por eso juegan con juguetes nuevos y se aburren de los viejos: Un estudio nuevo encontró que los perros definitivamente responden más positivamente a los juguete